La reciente reforma del Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones aprobada el pasado 9 de febrero trae novedades importantes para los planes y fondos de pensiones, ya que permitirá rescatar a partir del año 2025 sin limitaciones las aportaciones realizadas durante al menos 10 años, así como los rendimientos generados.

Recordemos que, hasta esta reforma, los beneficiarios solo podían rescatar los fondos antes de la jubilación tan solo en algunas circunstancias especiales:

  • Invalidez.
  • Fallecimiento.
  • Desempleo de larga duración.
  • Enfermedad grave.
  • Desahucio de la vivienda.

Diez años de antigüedad

Con la reforma realizada por el Ejecutivo ahora se podrá disponer de las aportaciones con una antigüedad de al menos 10 años a partir del 1 de enero de 2025, es decir, las realizadas hasta 2015. Las realizadas a partir de 2016 deberán esperar hasta 2026 y así sucesivamente.

Desde el punto de vista fiscal, el rescate de las aportaciones antes de tiempo seguirá teniendo la misma consideración que hasta ahora. Así, al rescatar ese dinero, Hacienda lo considerará un rendimiento del trabajo tributando al tipo marginal que tengamos en el IRPF.

Comisiones de gestión

Por otro lado, el Real Decreto establece una rebaja sensible de la comisión de gestión máxima de los fondos y planes de pensiones, pasando del anterior 1,5% a un sistema de tres tramos en función de las diferentes políticas de inversión de los propios fondos.

En particular, la comisión máxima de gestión de los fondos de renta fija se ha reducido hasta el 0,85%; en el caso de los de renta fija mixta, el importe máximo ha bajado hasta el 1,3%; para el resto de fondos (renta variable y fondos garantizados), la comisión de gestión máxima se mantiene en el 1,5%. Por su parte, las comisiones depositarias se reducen del 0,25% al 0,2%.

Desde Martín Molina e Invexia, consideramos que esta reforma va en la dirección adecuada, pues logrará que los planes de pensiones resulten más atractivos en un momento en el que existen serias dudas sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas. Además, la reducción de costes tendrá un efecto positivo en la rentabilidad neta que obtienen los partícipes por sus ahorros, sobre todo en los fondos de pensiones de renta fija, que se han visto afectados en los últimos años por los bajos tipos de interés.